Durante el año 2020 fui haciendo fotografías en mi casa a modo de diario o como registro de emociones. En su momento, sobre todo en el confinamiento, tomar una imagen cada jornada, me ayudó muchísimo a sobrellevar el día a día de un tiempo que parece que se ha detenido de alguna forma.
Mis imágenes dentro de casa, no son muy distintas a las de otros muchos diarios fotográficos: mi familia, mi intimidad, los espacios… Estar en casa me ha permitido hacer algo que no suelo hacer: MIRAR CON CALMA y hacer fotografiables cosas que no son. Es como si quisiera sacar unas migajas del vacío de la cotidianidad. Estas fotos se las solía mandar a la familia y amigos. Algunas las publiqué en redes.
En un momento dado, me doy cuenta con alguien que me acompaña en la creatividad, que mi casa me comienza a ahogar, que me constriñe y empiezo a sacar las fotografías tomadas a la calle para que descansen en otro lugar. Para que paseen, respiren y finalmente reposen. Y me divierto. Y saca algo muy mío: mi faceta decoradora.
Por eso este título. Estas fotografías me han sacado un poco del cautiverio, me han hecho pasear, pensar, ingeniar y sentir esos nervios que se ponen en la tripa cuando se empieza un proyecto nuevo. Y ahí han quedado mis fotos, en os lugares escogidos para quien las quiera observar. Y aquí mi registro de ese momento.
Durante el año 2020 fui haciendo fotografías en mi casa a modo de diario o como registro de emociones. En su momento, sobre todo en el confinamiento, tomar una imagen cada jornada, me ayudó muchísimo a sobrellevar el día a día de un tiempo que parece que se ha detenido de alguna forma.
Mis imágenes dentro de casa, no son muy distintas a las de otros muchos diarios fotográficos: mi familia, mi intimidad, los espacios… Estar en casa me ha permitido hacer algo que no suelo hacer: MIRAR CON CALMA y hacer fotografiables cosas que no son. Es como si quisiera sacar unas migajas del vacío de la cotidianidad. Estas fotos se las solía mandar a la familia y amigos. Algunas las publiqué en redes.
En un momento dado, me doy cuenta con alguien que me acompaña en la creatividad, que mi casa me comienza a ahogar, que me constriñe y empiezo a sacar las fotografías tomadas a la calle para que descansen en otro lugar. Para que paseen, respiren y finalmente reposen. Y me divierto. Y saca algo muy mío: mi faceta decoradora.
Por eso este título. Estas fotografías me han sacado un poco del cautiverio, me han hecho pasear, pensar, ingeniar y sentir esos nervios que se ponen en la tripa cuando se empieza un proyecto nuevo. Y ahí han quedado mis fotos, en os lugares escogidos para quien las quiera observar. Y aquí mi registro de ese momento.